Hoteles en Macedonia

Para disfrutar al máximo de Macedonia, es recomendable ir en primavera y otoño, cuando las temperaturas suelen estar entre 15 y 25°C. Es el momento perfecto para explorar el lago Ohrid o hacer senderismo en las montañas. Los meses de verano, de junio a agosto, suelen ser calurosos, con temperaturas que pueden alcanzar los 30°C, ideales si disfrutas de los festivales y eventos al aire libre.

En cuanto a eventos, como el Festival de Ohrid y la Boda Tradicional de Galicnik son atracciones que muestran la cultura local. No obstante, recuerda que estos eventos destacados pueden provocar un aumento en los precios de los hoteles y que haya menos disponibilidad.

Si prefieres la tranquilidad y deseas evitar las multitudes, considera viajar en meses de transición como mayo y septiembre. Encontrarás un clima agradable y precios más económicos.

Si tienes pensado visitar Macedonia, es aconsejable que comiences a organizar tu viaje con 3 a 5 meses de antelación. Estarás bien posicionado para encontrar ofertas en hoteles y vuelos. Durante ese período, suele haber una mayor variedad de opciones y precios, y hay menos riesgo de que los alojamientos más atractivos se llenen.

Un consejo práctico sobre Macedonia: generalmente, los vuelos directos a Skopje son más económicos que aquellos con escalas. Además, desplazarte por el país resulta más sencillo desde la capital, ya que encontrarás conexiones de transporte mejores y más económicas que los vuelos internos, que a menudo son más limitados y costosos.

Para los que buscan alojamiento, ciudades turísticas como Ohrid y Skopje ofrecen una amplia gama de hoteles, pero a menudo se llenan rápido, especialmente durante festivales o eventos culturales. Hacer tu reserva con antelación te permitirá disfrutar de una ubicación céntrica a un precio más razonable.

Una combinación de historia, cultura y belleza natural te espera en Macedonia. La capital, Skopje, es una visita imprescindible. En ella, las estatuas y monumentos abundan en las calles, incluyendo el emblemático puente de piedra del siglo XV. El casco antiguo destaca por su mercado vibrante y la fortaleza de Kale, desde donde se ofrecen vistas panorámicas de la ciudad.

Dirígete hacia el oeste para llegar a Ohrid, una joya situada a orillas del lago que lleva su nombre. Además de las aguas cristalinas, la arquitectura local, como la iglesia de San Juan de Kaneo es impresionante. Es uno de los rincones más fotografiados del país, y con razón.

Para los amantes de la naturaleza, el Parque Nacional Mavrovo es una visita obligada. Puedes disfrutar de una variedad de actividades, desde senderismo hasta esquí en la temporada invernal. Y si buscas aventura, el Cañón Matka permite la práctica de kayak y la exploración de cuevas. En definitiva, Macedonia tiene algo para cada tipo de viajero.