España es un país apasionante desde muchos puntos de vista, empezando por su rica historia y por numerosas ciudades que tienen registros de actividad prehistórica y una primera organización con la llegada de los fenicios, que dieron paso al predominio de los romanos, los árabes, la reconquista católica y otras civilizaciones que dejaron su huella en los cascos históricos de las principales ciudades y en monumentos, calles y edificios.

El país del sol ofrece un buen surtido de las mejores playas europeas en muchas regiones, sobre todo las costas mediterráneas de las Islas Baleares o Costa Brava, la belleza de las Islas Canarias o la azul bravura del Cantábrico para los amantes del surf. Todo esto vuelve a España uno de los destinos preferidos en primavera y en verano por el turismo mundial.

Y la gastronomía española merece un párrafo aparte, porque el Mediterráneo da el entorno para una dieta basada en productos frescos de primera calidad que se notan en todos los platos que degustan con tanta satisfacción los turistas: pescados y mariscos, paellas, carnes, verduras y frutas.

La vida en las calles es un punto fundamental de las ciudades y pueblos de España, con fiestas populares, verbenas, terrazas de bares y restaurantes y conciertos al aire libre durante todo el año, no solamente en las épocas más calurosas. Porque, a pesar de que hay días y semanas de intenso frío, el clima promedio en el país es muy ameno y agradable para disfrutar del aire libre.

La mejor época para viajar

El clima de España suele ser muy agradable en la mayor parte del país durante todo el año, con excepciones en verano, cuando las temperaturas suben de manera considerable y puede haber algunos días agobiantes en el sur y en el centro, más atenuados al norte. Y con inviernos fríos en el norte y bastante más templados en el sur. La primavera y el otoño sirven de suave transición para el calor y el frío y generan temperaturas templadas y agradables.

Visado, moneda y restricciones