Francia es un país de contrastes, mares y montañas, ciudades monumentales y pueblos tradicionales. Es un museo al aire libre en el que lugareños y viajeros de todo el mundo escriben historias grandes y pequeñas. Un país que, por todas estas razones, sigue siendo el destino turístico más popular del mundo desde los años 90. Viajar a Francia significa descubrir esta mezcla de dulzura y extremos que se refleja en un modo de vida reconocido en todo el mundo. Es degustar una gastronomía marcada por chefs y restaurantes con estrellas, por vinos de Burdeos, Alsacia o el Loira, y por más de mil variedades de queso. Es tomar un café en una terraza de París o bailar toda la noche al toque francés. Es imposible hablar de arquitectura, historia y cultura sin mencionar la capital. Del Louvre a la Torre Eiffel, pasando por el Sena y Saint-Germain des Prés hasta Versalles, viva al ritmo de personajes famosos, soberanos y escritores. Las mayores ciudades de Francia, Estrasburgo, Lyon, Toulouse y Marsella, no se quedan atrás y compiten entre sí en cuanto a esplendor. Hay tanto que ver y hacer que puede ser difícil saber cuántos días pasar en Francia. Dependiendo de los tiempos de viaje hacia y dentro del país y del número de visitantes, planificar con antelación le da la oportunidad y el tiempo para sorprenderse felizmente de los encuentros, los paisajes, el clima y los grandes acontecimientos que tienen lugar a lo largo del año. Cada región es un destino en sí mismo y cada viaje por el país permite captar los cambios de ambiente. De Bretaña a Alsacia, de Auvernia a los Pirineos, de Gironda a la Costa Azul y Córcega, cada región es una Francia en miniatura que descubrir según pasan las estaciones.

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La mejor época para viajar

El clima de Francia es a la vez muy suave y muy variado, lo que lo hace rico en oportunidades. A pesar de que las estaciones son muy distintas y de las marcadas diferencias, todo el país goza de altas temperaturas para su latitud. Esta ubicación excepcional permite visitar Francia durante todo el año al ritmo de los eventos y actividades que se ofrecen. Actividades de ocio al aire libre y festivales, temporadas culturales o deportivas, esquí o baños en el mar: todo es posible, siempre que reserves según la disponibilidad y las oportunidades estacionales.

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