Para muchos viajeros, sólo el nombre de Casablanca ofrece una promesa de romance exótico. Esta ciudad, en la costa atlántica de Marruecos, es conocida por su intrigante mezcla de arquitectura colonial francesa y morisca, sus playas y sus amplias vistas al mar. Hoy, Casablanca es una de las ciudades más modernas de Marruecos, con rascacielos nuevos y vanguardistas que comparten el horizonte con mezquitas históricas y mansiones de la época colonial.

Como metrópolis moderna, Casablanca tiene un ambiente muy diferente al de otras ciudades de Marruecos, pero fuera de la jungla de cemento del centro, aún encontrarás antiguas tradiciones. El altísimo minarete de la emblemática Mezquita de Hassan II, justo en el paseo marítimo, es uno de los edificios más evocadores de la ciudad. Los visitantes respetuosos son bienvenidos cuando no hay oración. Otro edificio religioso, la catedral de paredes blancas, está abandonado desde que los franceses abandonaron Marruecos y constituye un espectáculo inquietante e insólito.

Para vivir una auténtica experiencia en Casablanca, pasea por las abarrotadas calles de la Medina. No es tan famosa como otras medinas marroquíes, como la de Marrakech, pero es igual de animada y luminosa. Aquí verás el lado tradicional de la ciudad, y podrás recoger algunos recuerdos únicos. Otra forma estupenda de entrar en contacto con el corazón palpitante de Casablanca es dirigirte al Puerto de Casablanca, donde los pescadores te venderán la pesca del día directamente del barco. Puedes encontrar el puerto cerca de la Mezquita de Hassan II. Es difícil no verlo, ya que es uno de los mayores puertos artificiales del mundo.

Casablanca está idealmente situada para hacer una excursión de un día a Rabat, la capital de Marruecos. Es el paraíso para cualquier persona interesada en la arquitectura o la historia. Aquí encontrarás el Palacio Real, el Mausoleo de Mohamed V y otros impresionantes ejemplos de edificios moriscos. Su rica historia imperial ofrece una experiencia muy distinta de la bulliciosa modernidad de Casablanca y es una gran elección para una escapada.

La mejor época para viajar

A diferencia de las ciudades desérticas del interior de Marruecos, Casablanca goza de un clima suave y se puede disfrutar de ella incluso en pleno verano. Al planificar tu viaje, no olvides que las fechas de las fiestas musulmanas varían considerablemente de un año a otro. Durante el Ramadán, puede que te encuentres con que las tiendas no abren por la mañana temprano y empiezan a abrir justo antes de la puesta de sol (después del ayuno). Por supuesto, esto no es cierto para todos los establecimientos, pero puedes comprobar que muchos se adaptan para tener horarios de apertura más cortos. Mientras que Eid al-Fitr, verá las calles abarrotadas de gente celebrando.

Cómo llegar desde el aeropuerto

Cuando aterrices en Casablanca, puede que te sientas un poco abrumado por el enorme tamaño de la ciudad. Asegúrate de tener algunos dirhams antes de salir del aeropuerto, ya que te serán útiles en el transporte y en los negocios que sólo funcionan con dinero en efectivo.