Granada tiene una oferta amplísima de opciones para todo tipo de turistas y para colmar todas las necesidades posibles de unas vacaciones completas. Historia, fiesta, gastronomía y paisajes se unen en una ciudad única y, sin lugar a dudas, de las más bellas y vivas de España.
El paso de los musulmanes por la península ibérica ha dejado su huella en muchas partes del país, pero en Granada es donde se ve en su máximo esplendor. La vida universitaria dota a la ciudad de una vitalidad y frescura perfecta, mientras que su oferta culinaria y sus bellas colinas acaban de completar un cuadro perfecto para visitar y conocer a fondo.
Visitar la Alhambra al completo
Existen muchas opciones para visitar la Alhambra y con diferentes precios. Lo más recomendable es disfrutarla a fondo, sin prisas y sacar la entrada completa, que incluye los Palacios Nazaríes, la parte más bella, con su Patio de los Leones. Puedes conocerla de día o de noche, cuando la visita alcanza una mística diferente. Cuando compres la entrada, hay que elegir una hora específica para entrar en los Palacios Nazaríes, ya que se trata de un sitio algo pequeño, por lo que es necesario una reserva extra. Y también es importante que vayas puntual y no llegues tarde, porque es posible que no te dejen entrar.
La entrada general a la Alhambra no es guiada, las guías se pagan aparte y tienes diferentes opciones que puedes contratar en agencias y operadores privados. También hay free tours en los exteriores de la Alhambra por si quieres conocer algo extra. Y algo muy importante: se trata de uno de los sitios más visitados por el turismo en todo el mundo, por lo tanto te recomendamos que reserves tu entrada con mucha antelación. La entrada con guía oficial cuesta 34,50 € y con audioguía 29 €. Un buen libro para leer antes y durante tu visita es Cuentos de la Alhambra, de Washington Irving.

Alhambra de Granada
Perderse por el Albaicín
Este barrio surge después de que la dinastía zirí, durante el dominio del Califato en Andalucía, decidiera instalar aquí su corte durante el siglo XI, mucho antes de que se empezara a construir el conjunto monumental de la Alhambra. Por lo tanto, es el barrio más antiguo de Granada y se destaca por una arquitectura sorprendente, que mezcla rasgos hispanos con musulmanes en un estilo denominado mudéjar. Todo esto ha sido fundamental para que el Albaicín haya sido incluido en la lista de la Unesco como Patrimonio de la Humanidad. Ideal para pasear y descubrir aljibes, casas árabes y moriscas, conventos e iglesias durante un día entero, siempre con un calzado cómodo, para subir cuestas y caminar por calles empedradas.

Albaicín
Subir al Sacromonte
Subiendo a pie por la Cuesta del Chapiz y girando a la derecha hay una placeta muy pequeña con la escultura del famoso gitano Chorrojumo, una figura muy famosa en la historia de la ciudad, inmortalizada en un cuadro del pintor Mariano Fortuny. Esta es la puerta de entrada al barrio del Sacromonte, que ofrece estupendas vistas panorámicas de la Alhambra y del valle del río Darro, además de muchas historias y leyendas que se plasman en la singularidad de sus viviendas, construidas directamente con excavaciones en la montaña y decoradas con el blanco de la cal y el colorido de sus macetas. Te recomendamos visitar el Museo Cuevas del Sacromonte, donde descubrirás todos los secretos de este rincón clave para la historia del flamenco. No puedes perderte los espectáculos musicales en las zambras gitanas, típicas de este barrio.

Sacromonte
Disfrutar de los encantos de Sierra Nevada
Si eres amante de la nieve y te gusta esquiar o aventurarte en el snowboard, durante el invierno la Sierra Nevada es perfecta para la práctica de todos estos deportes. Pero incluso puedes disfrutarla sin esquís, caminando y dando largos y placenteros paseos por la montaña. Y un punto de visita insoslayable en las faldas de la montaña son los pintorescos pueblos de la Alpujarra, con todo el encanto de la arquitectura árabe y en los cuales parece que el mundo bereber sigue más vigente que nunca. La particularidad de su belleza radica en sus colores blancos y en una arquitectura que sirvió de refugio para los últimos musulmanes que fueron expulsados de Granada y que se mantuvieron allí aislados durante mucho tiempo.

Pico Alcazaba
Caminar por la Carrera del Darro y el Paseo de los Tristes
Es posible que la Carrera del Darro sea la calle más fotografiada de la ciudad. A través de este pintoresco recorrido podrás llegar desde Plaza Nueva hasta el Paseo de los Tristes, ubicado a los pies de la Alhambra y del Albaicín. Las vistas desde aquí son estupendas, sobre todo por la noche, con la Alhambra iluminada, y podrás disfrutar de la frescura del río y de las terrazas cercanas. El Paseo de los Tristes está lleno de leyendas sobre pasadizos y túneles, además de sitios de interés como los baños árabes del siglo XI, las casas árabes de Zafra, el Horno de Oro, el Museo Arqueológico y muchas iglesias. Un consejo: al tratarse de un sitio muy turístico, si quieres sacar buenas fotos, lo mejor es ir a la mañana muy temprano y después volver por la noche.

Carrera del Darro
Relajarse en los Baños Árabes
Los baños árabes fueron recintos fundamentales para la vida social y la cultura nazarí y muchos de ellos se han mantenido tal cual, con algún proceso de restauración, pero en perfecto estado. Y siguen funcionando como hamman con aguas termales, y ofrecen servicios de piscina, agua caliente, templada y fría, música relajante y té. En algunos podrás reservar masajes relajantes con aceites aromáticos. Se puede disfrutar de una experiencia de este tipo desde 55 €.

Baños árabes de Granada
Visitar la Catedral y el Monasterio de la Cartuja
Que la arquitectura árabe sea protagonista en Granada no significa que no haya joyas del pasado cristiano, al contrario. La Catedral de Granada simboliza la gloria de los Reyes Católicos, que conquistaron la ciudad en 1492, en un hecho histórico que fue relevante para España, porque significó la unificación del reino bajo un mismo estandarte. De hecho, aquí es donde los Reyes Católicos decidieron ser enterrados, en la Capilla Real de esta catedral, que es una joya del Renacimiento español. Para entrar en la Catedral de Granada hay que pagar entrada y, si quieres conocer la Capilla Real, es otra entrada aparte (cada una cuesta 5 €).
Otro punto clave de visita obligada en lo que respecta a la arquitectura cristiana en Granada es el Monasterio de la Cartuja, uno de los emblemas de la reconquista católica. Se estima que los primeros monjes cartujos llegaron a Granada en 1514 y retomaron las obras de construcción de este monasterio, que se habían iniciado en 1506. En total, se tardó tres siglos en acabarlo, por lo que se pueden encontrar maravillas de diversos periodos: gótico tardío, Renacimiento y Barroco español.

Monasterio de la Cartuja
Un recorrido alternativo por el Realejo
Se trata de un barrio muy poco frecuentado por el turismo, pero que tiene un encanto único. Es una de las zonas más auténticas de la ciudad, donde se palpa la vida local y también es importante por su ubicación y su historia, ya que se emplaza a los pies de la Alhambra y fue el antiguo barrio judío de Granada. Sitios imprescindibles para ver en el Realejo: Campo del Príncipe, Iglesia de la Virgen de las Angustias, Palacio de Bibataubín, Museo-Casa de los Tiros y Convento de las Carmelitas Descalzas. Y aunque no se trate de un barrio muy turístico, sí que puedes encontrar muchas opciones de tours gratuitos en este barrio para conocerlo más a fondo, a cargo de guías locales a los que deberás dejar una propina al acabar la visita.

Realejo
Un té en la Calle de las Teterías
Su nombre es Calderería Nueva, pero todo el mundo la conoce como la Calle de las Teterías de Granada por la cantidad de locales especializados en tés morunos de diversos tipos. Lo mejor es hacerlo después de comer o después de cenar, ya que es ideal para hacer sobremesa en medio de un paseo por el centro. Dependiendo la tetería y el tipo de té que pidas, los precios van de los 2 € a los 4 € por persona y todos vienen acompañados por algún dulce, pastel o baklava.

Calle de las Teterías
Vistas panorámicas en los miradores de San Miguel Alto y San Nicolás
Hay muchos miradores en Granada, pero dos de ellos son imprescindibles. Uno es el Mirador de San Miguel Alto, en el Sacromonte, ubicado al lado de la ermita que lleva su nombre y desde donde se puede tener un panorama muy completo de la ciudad, del Albaicín y de la Alhambra. Otro mirador importante es el de San Nicolás, ubicado en el Albaicín, desde donde la Alhambra adquiere un matiz casi mágico, con la Sierra Nevada de fondo.

Mirador de San Miguel Alto