Hoteles en Israel

Descubre Israel

Israel, con su rica mezcla cultural y paisajes diversos, es un destino que ofrece experiencias únicas a lo largo del año. Sin embargo, para aprovechar al máximo este encantador destino, la primavera y el otoño son las más recomendadas. Durante abril, mayo, septiembre y octubre, el clima es bastante ameno, oscilando entre los 20 y 30°C. Este clima templado resulta perfecto para sumergirse en la historia que rebosan sus calles, explorar sus sitios arqueológicos o simplemente disfrutar del sol en sus doradas playas.

El verano, especialmente julio y agosto, trae consigo un calor intenso, con temperaturas que pueden superar los 35°C, lo que puede hacer que las actividades al aire libre sean un poco agobiantes. Sin embargo, la primavera y el otoño no solo se destacan por sus condiciones climáticas. En primavera se celebran festividades como la Pascua, mientras que el otoño es tiempo de conmemoraciones como Yom Kipur y Rosh Hashaná. Además, viajar durante estos meses suele ser estratégico en términos de alojamiento, ya que hay una mayor oferta hotelera y los precios suelen ser más asequibles comparados con la alta temporada.

Se recomienda empezar a planificar tu viaje a Israel al menos tres meses antes de la fecha de partida. Esto no solo te brinda más opciones en vuelos, sino que también te permite reservar habitaciones en hoteles que se llenan rápidamente, especialmente en destinos destacados como Jerusalén y Tel Aviv.

Para sacar el máximo provecho en términos de precio y disponibilidad, la temporada baja, de mayo a octubre, es la más recomendable. Tras festividades importantes como la Pascua o Yom Kipur, los hoteles suelen ofrecer precios reducidos para ocupar habitaciones disponibles. Sin embargo, ten en cuenta que estas ofertas no suelen durar mucho.

Otra recomendación es considerar el Shabat, que empieza el viernes por la noche y termina el sábado al atardecer. Durante ese tiempo, muchos servicios están limitados o cerrados, por lo tanto, es preferible llegar en un día distinto a viernes o sábado para evitar inconvenientes. También considera alojarte cerca de puntos turísticos para maximizar tu tiempo.

Israel ofrece mucho más allá de Jerusalén y Tel Aviv, aunque visitar estas ciudades es imprescindible. En Jerusalén, más allá del Muro de los Lamentos y la Ciudad Vieja, no te pierdas un paseo por el mercado Mahane Yehuda. En Tel Aviv, la vida nocturna es vibrante, pero no te pierdas el barrio de Neve Tzedek, lleno de tiendas y cafés con estilo.

En el desierto de Negev podrás realizar caminatas y dormir bajo las estrellas. Cerca de allí se encuentra Eilat, ideal para bucear en el Mar Rojo. Si eres aficionado a la historia, Masada y la ciudad portuaria de Acre te ofrecen espectaculares vistas arqueológicas.

Para relajarte, no te puedes perder el Mar Muerto. Es como un spa natural con propiedades curativas. Si prefieres la naturaleza, el Parque Nacional Ein Gedi te sorprenderá con sus cascadas y fauna.