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Scopri Perù

El momento ideal para viajar a Perú depende de tus preferencias. Si quieres explorar Machu Picchu y la región de Cusco, la temporada seca entre mayo y septiembre es la más adecuada, con temperaturas de 16-18°C. Sin embargo, es temporada alta, por lo que debes esperar más visitantes y precios más altos.

Para aquellos atraídos por las festividades, la Fiesta de la Candelaria en Puno es imperdible. Aunque el clima es fresco, la celebración es vibrante y llena de energía. En cuanto a la selva amazónica, si bien la biodiversidad está en su punto máximo durante la temporada de lluvias (diciembre a marzo), es importante tener en cuenta que también habrá lluvia y humedad.

Ajustando tu viaje según tus preferencias, ya sea aventurándote en las montañas o participando en festivales tradicionales, descubrirás que cualquier momento es adecuado para visitar Perú.

Planificar un viaje a Perú implica una estrategia para obtener los mejores precios y disponibilidad. Es recomendable hacer reservas de vuelos y hoteles en destinos turísticos como Cusco y Machu Picchu al menos con 6 meses de anticipación. Especialmente durante la temporada alta, de mayo a septiembre, los hoteles de gama media y alta tienden a llenarse rápidamente.

Para aprovechar al máximo tu viaje, puedes considerar viajar durante los meses previos o posteriores a la temporada alta, donde los precios suelen ser más accesibles y hay menos afluencia de turistas. No olvides comparar las ofertas de hoteles, especialmente en destinos populares; por ejemplo, las tarifas en Lima pueden variar significativamente.

En resumen, para obtener una buena combinación de precio y disponibilidad, es ideal hacer reservas con al menos 6 meses de anticipación y elegir los meses cercanos a la temporada alta.

Perú, con su rica diversidad de historia, cultura y paisajes, va más allá de la icónica ciudadela de Machu Picchu. Si bien esta joya inca es una visita obligada, hay un universo de maravillas por descubrir. Cusco, por ejemplo, es una ciudad que combina perfectamente la belleza de la arquitectura colonial con los vestigios incas, ofreciendo un viaje a través del tiempo en sus calles empedradas.

El Cañón del Colca, ubicado en Arequipa, no solo impresiona como uno de los cañones más profundos del planeta, sino también porque es el escenario perfecto para observar el majestuoso vuelo del cóndor andino. Para aquellos que se sienten atraídos por los misterios arqueológicos, las Líneas de Nazca, gigantescos geoglifos grabados en el desierto, representan enigmas de las civilizaciones prehispánicas.

En cuanto a la gastronomía, Perú es un festín de sabores. Si bien el ceviche ha ganado fama internacional, platos como los anticuchos, la causa limeña o el lomo saltado reflejan la diversidad culinaria del país. Y para aquellos que buscan aventura, ya sea explorando senderos de montaña en Huaraz o practicando surf en Máncora, Perú siempre tiene algo especial que ofrecer.

En resumen, este país sudamericano es un mosaico vibrante que combina magistralmente lo antiguo con lo contemporáneo, asegurando una experiencia inolvidable.